viernes, 29 de agosto de 2014

LA MARAVILLA QUE HACE A UN PUEBLO MÁGICO. CUETZALAN, PUEBLA. (MÉXICO).



Por: Edith Hernández Venegas



Cuetzalan…


La combinación de historia, cultura, sabor, olor, color y diversión es posible cuando se trata de un Pueblo mágico, en este caso, de Cuetzalan del Progreso, Puebla (México).
  
Cuetzalan es una localidad que pertenece a la parte noroeste del Estado de Puebla, se encuentra a una distancia de aproximadamente de 284 km de la Ciudad de México. Tiene una superficie de 135.22 kilómetros. Al Norte colinda con Jonotla y Tenampulco; al Este, con Ayotoxco de Guerrero y Tlatlauquitepec; al Sur, con Zacapoaxtla y al Oeste, con Zoquiapan.


El nombre se forma por las raíces náhuatl "quetzalli": Cosa brillante, hermosa; "lan": junto, cerca, que significa: “Junto a las aves preciosas llamadas quetzal”. De acuerdo testimonios de los tatas, cuentan que sus abuelos les decían acerca de la existencia de estas bellas aves, inclusive debían tributo al imperio tenochca que consistía en plumas de quetzal. (Puebla, 2014)

El 4 de Octubre de 1986 Cuetzalan es elevada a la categoría de ciudad, siendo gobernador el Lic. Guillermo Jiménez Morales. Y por decreto del Congreso del estado de Puebla se declara Cuetzalan ciudad típica y monumental. (México, 2014) Actualmente, el Gobernador es Rafael Moreno Valle y el Presidente Municipal es Oscar Paula Cruz.

La riqueza orográfica que tiene el municipio pertenece a dos regiones morfológicas; cota 1000 (llamada así porque se levanta a dicha distancia sobre el nivel del mar) hacia el sur, la sierra de Puebla de la cual asciende al norte al declive de Golfo. Sus sierras comprenden desde grandes o pequeñas altiplanicies intermontañas, numerosas chimeneas volcánicas y lomas aisladas, con características particulares como con picos más o menos alineados. Formada también por distintas cuencas parciales de los ríos que desembocan en el Golfo de México características por sus ríos jóvenes e impetuosos, con una gran cantidad de caídas. (México, 2014) Estas resaltan la belleza de las cascadas Las Brisas y de la misma, la cascada El Salto. Es tan amplia que comprende los dos desemboques.

La variedad de flora y fauna que alimenta las tierras de Cuetzalan es bastante amplia. Comprende desde el bosque mesófilo de montaña y especies arbóreas de liquidámbar. El color que llena la alegría del pueblo, sin duda, son las flores, las orquídeas, alcatraces, azalias, hortencias y “gachupinas” aunque se desconoce el nombre auténtico de esta última. Su vida animal ha sufrido una pérdida de especies, pero aun así es ampliamente viva por especies que se pueden encontrar como: aves primavera, clarín, jilguero, dominicos, esmeraldas, azules, calandrias, huitlacoches; ardillas, tejones, tuza; serpientes como coralillo, voladoras, nauyaca, mazacuate y huehuetzin; así como zorrillos, tlacuaches y armadillos. (México, 2014)

Una visita, una huella.

Los lugares que llenan de este pueblo mágico son sin duda alguna, la zona arqueológica de Yohualichan, sus vestigios Totonacas, templos idolitos, cerámica y juego de pelota lo convierten en una gran belleza histórica y resaltan las raíces de nuestro México. Las grutas que se pueden encontrar en este sitio son la Atepolihui, Cohuatichan, Chichicazapan y Chivostoc, esta última una de las más pequeñas pero no menos importante, al estar a unos pasos se puede percibir un cambio totalmente drástico de temperatura, en un segundo se puede sentir el calor que llevó a ella y de momento, sentir una brisa fría que hace dudar si ponerse suéter o no. Si estás de un lado o del otro.

El mercado de artesanías, donde se puede comprar desde un llaverito de quetzal, una pluma, cuadernos reciclados, diccionarios de español-náhuatl (porque se debe mencionar que la lengua que prevalece y que gran parte de los lugareños hablan, es el náhuatl), unos aretes, pulseras, collares, blusas bordadas, rebozos hechos de telar de pedal y cintura, dulces, hasta un delicioso licor de caña.

El centro es una variedad de esencias. Desde la señora que vende los típicos molotes, con su singular oferta de una orden (4 molotitos) por 10 pesos. El señor de la fruta que tiene su música a un volumen alto sin temor a que los policías lo desalojen. La vista de la iglesia es sin igual, frente a la gran entrada de madera se ubica el palo en el que los voladores hacen su ritual. Danzan unos 5 minutos aproximadamente, y se dejan caer a la vez que hacen malabares con su cuerpo, algunos giran, otros estiran sus brazos y dejan sentir el clima templado que es típico de Cuetzalan por las tardes. Estas escenas se pueden percibir por los lugareños, que aunque tengan años viendo este evento, aún lo consideran hermoso y se toman su tiempo para estar sentados alrededor de la plaza. Apreciado por turistas que, según el Director de Turismo Nahúm Salomón Ortuño Zamora, el mayor número de turistas procede del Distrito Federal, unos más de Puebla y muy pocos de otros estados.

La cantidad de turistas que pueden llegar al pueblo, comprende de unos 5 mil, quienes deciden hospedarse en los hoteles, cabañas o acampar en los lugares que rodean el centro. Desafortunadamente el cupo hotelero consta de 3 mil, las alternativas de acampar ayudan a que la gente no se vaya y goce una experiencia en familia, pareja o personal. El Turismo en Cuetzan aumenta cada año, no hay fecha en la que no se tenga una población llena, esto ayuda al comercio y la economía interna del pueblo.

Las estrategias que posee el turismo en este Pueblo Mágico es esto mismo, conservar la esencia de un pueblo, de no meter industria extranjera, no a los hoteles que no ayuden a la identidad de los lugareños. Conservar las artesanías hechas por los nativos de la población, mantener el comercio y así mejorar la calidad de vida de quienes viven y dan vida al sitio.

La calidez humana.

Las danzas, las costumbres, la comida, la música, las artesanías y principalmente el calor de bienvenida que brinda Cuetzalan es tan cómodo que no se puede gozar un fin de semana, da para mucho más.

Rocío Antonio Posada, estudiante de Psicología y empleada en el mercado de artesanías de Cuetzalan, no cambiaría su tierra, sólo si fuera necesario radicar en otra ciudad por motivos laborales, mas no le quita nada a Cuetzalan. Amable espera a que los turistas conozcan el gran comercio que existe en el mercado.

Jonathan García Velázquez lleva ya 2 años dando recorridos por los lugares característicos del pueblo, las cascadas, las grutas, zona arqueológica, talleres de cera, telares de cintura, entre otros. Está feliz de poder mostrar a la gente que conozca, que se divierta y que se enamore de Cuetzalan.

El señor Eugenio Méndez Nava, el único artesano de trabajos en cera que está en la localidad asumen una sencillez a pesar de tantos reconocimientos. Laboran con él más de 8 personas, con quienes invierte tiempo y aprendizaje, porque una vela puede ser simple pero ellos las funden y hacen de la cera más que un arte, desde diminutas figuras hasta el matrimonio a tamaño real con cara, brazos y piernas totalmente de cera. No presume su trabajo, simplemente continúa con un gusto que tuvo desde pequeño.

Leticia Guerrero, artesana del telar de cintura, lleva más de 30 años con esta tradición. Ahí, las niñas aprenden desde los 9 años a tejer con el telar de cintura o pedal. Invierte más de 8 horas del día a su trabajo, su pasión por resaltar Cuetzalan en una prenda, los colores y los bordados que plasman son trabajos de más de una semana, tan sólo en un rebozo. No le molesta, no le incomoda, quizá canse un poco, porque el esfuerzo es bastante, pero orgullosa de que su tierra aun conserve estas tradiciones.

Pascual, biólogo y empleado para recorridos en La Reserva Azul de Cuetzalan, destaca la habilidad y el conocimiento que tiene por la flora en el pueblo. Conoce desde las más de 100 especies que se pueden encontrar en un solo árbol, plantas comestibles, plantas venenosas, desde cómo armar un vaso con la hoja de elefante y beber del manantial, hasta hacer del omequilit un desodorante o bien, mencionar las plantas que se utilizaban como detergentes y que hoy en día son utilizadas en anticonceptivos de laboratorio. Saborear un Xocoyolilo (corazón ácido) que es un tallo de planta y mantiene un rico sabor a limón. Dar el valor que tenían los helechos arbóreos que se solían utilizar en las construcciones de las casas.

El Dr. Luis Enrique González, Director general de la Reserva Azul de Cuetzalan no pierde su calor humano, sencillo y alegre transporta a los turistas al viaje de la reserva cafetalera. Consciente de su tierra, conserva aún su lengua, el náhuatl, una persona preparada debe respetar también su lengua, su identidad. Al igual que Nahúm de turismo, considera que no se debe perder la esencia del pueblo, no permitir que las empresas extranjeras entren en el municipio, dar el calor de bienvenida a los turistas para que regresen, quizá solos o con más, pero que regresen y se enamoren un poco más de Cuetzalan.

Para poder llegar a este hermoso pueblo existen dos alternativas. Tomar el camino con automóvil sobre la carretera México-Puebla, en promedio aproximado de 3 horas con 43 minutos. La otra alternativa es transporte público. De la terminal de autobuses Tapo que se encuentra saliendo del metro San Lázaro, se puede comprar un viaje directo a Cuetzalan, el camión hace distintas paradas, pasa por Libres, Zaragoza y finalmente Cuetzalan. El promedio del transcurso en autobús es de 6 horas.


Para ser un Pueblo mágico, es demasiado rico. No sólo destaca su cultura, sino su vida, su alegría y el clima se disfruta con el calor del sol por la mañana, el goce templado de la tarde y la neblina que baja por las noches. Cuetzalan, más que mágico es la raíz de un pueblo.







Fotografías: Sarahi Andraca
                    Ivan Josué Canela

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